Con la paella y el fogón que Don Pascual padre le regaló a Pascualón, emprendimos en Venezuela una empresa donde fusionamos nuestros talentos. Pasqual con sus raíces y su sazón valenciana y Annie, con su diseño y su creatividad. Ambos apasionados por nuestros oficios y siguiendo una oportunidad, sin darnos cuenta creamos la receta del éxito que más tarde se convirtiera en nuestro sustento.

Con mucho esfuerzo y constancia nos hicimos de clientes satisfechos y poco a poco la empresa prosperó llevándonos al éxito cuando nuestros clientes comenzaron a compartir con sus amigos el contacto de esa pequeña empresa familiar que los servía con esmero.Con el tiempo nos hicimos de excelentes proveedores que mantuvieron el nivel de nuestro producto en lo más alto del estándar de calidad. Pues buena atención, técnica y la calidad de la materia prima son los ingredientes básicos para obtener una receta de éxito.

Luego nos mudamos a la tierra de la Pura Vida, buscando un lugar de paz donde pudiéramos criar a nuestros hijos en un ambiente seguro, abandonando lo que tanto trabajo nos había costado lograr y al mismo tiempo, encontrando nuevamente un camino fértil para hacernos de lo mejor que sabíamos hacer: Paellas de verdad, verdad.

Junto a nuestras dos maletas se mudó el caldero de Don Pascual y las muchas ganas de seguir haciendo lo que tanto amábamos.

En Costa Rica nos reorganizamos, buscamos y encontramos nuevamente el camino al éxito con paciencia y constancia, obteniendo como recompensa la satisfacción de compartir dentro de cada casa, una nueva forma de acercar a las personas al disfrute de la gastronomía mediterránea a través del show que significa la preparación de su plato estrella: la paella.

Aprendimos sobre el networking y la amistad. Sobre la dieta del centroamericano y sus particularidades y nos impulsamos juntos transitando por la cuesta de la incertidumbre con nuestra paella de la suerte de casa en casa y de negocio en negocio.

Recibimos en 2017, 2018, 2019 y 2020 el premio Flying Paellamaker otorgado por la organización sin fines de lucro Wikipaella que reconoce a los 300 lugares en el mundo donde se puede degustar la auténtica paella valenciana. De esta forma, tuvimos el honor de colocar a Costa Rica en el mapa mundial de la paella valenciana. Además, en 2018 ganamos la semifinal del Concurso Internacional de Paella Valenciana en Costa Rica, lo que nos convierte en el número 1 en el país. Por ello, participamos en la final del Concurso, considerado el "Mundial de la Paella" junto a otros 40 chefs del mundo, representando a Costa Rica. 

Hoy seguimos buscando como complacer a nuestros clientes no sólo ofreciéndoles diferentes opciones del platillo estrella del mediterráneo, sino incorporando la fideuà, tortillas, tapas, vinos y postres. Y siempre persiguiendo el objetivo de crear una experiencia cada vez más cómoda y completa, para nuestros clientes.

En el futuro esperamos poder seguir haciendo lo que amamos y mejorar cada día en cada oportunidad que nos dan las familias costarricenses de compartir su mesa. Soñamos llegar más lejos, complacer a más personas y ser más felices haciéndolo.

Nosotros somos unos enamorados de la paella de verdad, verdad, compruébelo!